
This interview first appeared at Jacobin in English on April 29, 2020. Shared here in Spanish with permission.
Entrevista por Jonah Walters
Una Entrevista con Anónimo
A principios de este mes, Cargill cerró temporalmente plantas en los Estados Unidos y Canadá. Una de esas plantas fue Cargill Hazleton, donde 162 empleados dieron positivo para el COVID-19.
La compañía anunció el cierre de la planta por una semana el 9 de abril, pero el daño ya estaba hecho. El condado rural de Luzerne, donde se encuentra Hazleton, es ahora uno de los condados de Pennsylvania más afectados por la pandemia, con más de dos mil casos confirmados y setenta y una muertes.
Según su familia, Rafael Benjamin, de 74 años, se convirtió en el primer trabajador de Cargill Hazleton en morir por COVID-19 cuando falleció el domingo 19 de abril. Benjamin habia trabajado en la planta durante diecisiete años y esperaba jubilarse en solo unos meses La planta reanudó sus operaciones la mañana después de su muerte, y los gerentes hasta ahora no han hecho ninguna declaración.
Jonah Walters habló con un técnico de Cargill Hazleton unos días después de que los gerentes de la planta anunciaran el cierre temporal. En la siguiente entrevista, el trabajador revela que la compañía mintió a los empleados sobre el riesgo de infección durante más de una semana, que el personal de mantenimiento aún tenía que trabajar (sin el beneficio de las máscaras) mientras supuestamente la planta estaba cerrada, y que la cultura de descuido y abuso de los patrones empeoró la situación.
(Lee la entrevista en inglés en Jacobin.)
Dígame quién es usted.
Soy una persona hispana que trabaja en el área de mantenimiento. Emigré a Estados Unidos en busca de una carrera similar a lo que yo tenía en mi país, pero mientras tanto tuve la oportunidad de trabajar en Hazleton PA. Conseguí trabajo como mecánico en una compañía local y mude de empleo a la compañía de Cargill en el departamento de mantenimiento. Soy técnico en Cargill y tengo muchos años en ese trabajo.
Cuando yo vine, eramos muy pocos hispanos en Hazleton. Viví la época del Mayor Lou Barletta años 2007 y 2008, y veía mucha discriminación, mucho abuso, mucho odio. No todos [los blancos] son malos; hay gente muy buena. Pero nos menosprecian.
¿Cómo es trabajar en Cargill?
Cargill de Hazleton es una compañía que procesa la carne en trozos brutos. Su construcción es un solo building porque tiene que estar a una temperatura promedio de 27 a 30 grados Fahrenheit. Se separan por tres departamentos: shipping, producción y receiving. Receiving recibe la carne y, de acuerdo con las órdenes, se va poniéndola en la línea que le corresponde. Hay unas líneas que son huesos, otras que son filetes, otras diferentes. Así como el departamento de carne molida Grind y el departamento de Multivac que son carnes exclusivas para Applebee’s.
Los trabajadores que empiezan en la línea normalmente van poniendo esos trozos en los conveyors que rocían la carne con algunos químicos (FreshFlex y luego ácido ascórbico). Hay unas máquinas que cortan la carne, como algunas bandsaws, la Grasselli (con las cuchillas largas al revés), y la más sofisticadas, las Marelec, que utilizan una cuchilla larga que al circular trozan los steaks. Además en tres líneas se han instalado las TVI’s y las Waterjet’s, las cuales utilizan la presión del agua para cortar los steaks, pero esas máquinas necesitan muchas personas porque son muy rápidas. Y de ahí siguen los trabajadores haciendo el ingreso de las carnes a la máquina al final así como la limpieza y el empacamiento de la misma.
Las trabajadoras que empacan están muy juntas ya que por el conveyor se desplazan los steaks (que llegan supuestamente limpios de grasa y ya cortados) y lo ponen en un tray, y este tray con lo ponen en otro conveyor de la misma línea, tal que llega a una máquina que se llama Galaxy, la cual envuelve con un film el tray. Y de ahí se desplaza a las Bizerba donde se ponen los labels donde indican el peso, el precio, y la información que necesita según las normas. Y de ahí a las CVP, donde los trays (en grupos de 4 o más) los embolsan pasando por un proceso de vacuum y luego le introducen nitrógeno (gas). Finalmente termina el proceso de producción cuando estas bolsas con los trays lo introducen en cajas, para luego hacer las paletas y enviarlos a shipping. Aquí de acuerdo a las órdenes se envían a las tiendas en trucks refrigerados.
Ese es el proceso. Mi trabajo es dar mantenimiento de operación a todas esa líneas. Generalmente, trabajo cuatro días cada semana, doce horas cada día. Me parece que me pagan bien para el promedio del área rural donde vivo, pero siempre necesitan personal.
Descríbeme un día normal.
Llego a trabajar a las 4:55 de la mañana. Antes de empezar las máquinas, Sanitation las entrega limpias, porque hay un departamento de control de calidad que chequea en la zona. Luego que Sanitation termina de limpiar y control de calidad nos dice, “okay, ya ustedes pueden entrar.” Los mecánicos empiezan las máquinas para que después los operadores empiecen a operarlas. Los operadores empiezan a entrar como a las cinco y media o seis de la mañana, y trabajan hasta las tres de la tarde.
Hay un cambio del segundo turno, el cual debería trabajar hasta las 1:30 de la mañana, y no lavan las máquinas en ese cambio. Siguen operando. Entonces, ya el segundo turno, que dependiendo del retraso de cada línea puede llegar a salir muy tarde, a veces se queda hasta las tres de la mañana. Como te puedes imaginar Sanitation tiene poco tiempo para limpiar esas máquinas.
¿Cuántos obreros trabajan ahí?
Bueno, esto es difícil decir exactamente, pero el promedio son 900, tanto del primero como el segundo turno. Si hay 900 trabajadores de la producción en el piso, son 898 hispanos. Solo son dos blancos. En el caso del mi departamento, mantenimiento, casi el 40 por ciento son blancos.
Los de sanitation todos son hispanos por que creo que no es fácil encontrar empleados que quieran hacer ese trabajo — y aún menos un americano — porque es horrible, y asqueroso.
¿Cómo son los jefes?
Los jefes tienen oficinas arriba que los remodelan de acuerdo a la estación. Pero la otra cara de la moneda somos los de abajo ya que ellos no quieren comprar ningún repuesto para las máquinas. Esta es una desgracia porque como tecnico deseo que las máquinas estén en óptimas condiciones, tanto de calidad y seguridad. No quiero poner un “bandage just to make it run.”
La gran mayoría de los jefes son blancos. Hay algunos supervisores que están muy contentos, y ellos tratan de hablar un poco de español, pero los principales no los hablan y siempre se dejan llevar por el traductor.
El plant manager les promete bonos a sus subalternos que no pertenecen a la unión, como superintendentes y supervisores. Él dice, “Mira, el año pasado hiciste mil (por ejemplo). Pero si este año haces 1200, te doy un bono.” Entonces a esa gente no les importa nada, al diablo la calidad y la higiene. Ellos empujan a los trabajadores al máximo y debido a las malas condiciones de las máquinas no logran alcanzar esos números. Al final los supervisores renuncian, porque el plant manager no cumple con esas promesas.
Entonces se ha vuelto a un ciclo vicioso de corrupción.
Explícame como la crisis de coronavirus llegó a Cargill.
El coronavirus lo encontró a Cargill en una crisis.
La compañía no cumple con los hábitos sanitarios. Los baños son muy pocos y están en terribles condiciones, parecen letrinas y generalmente están malogrados y en plena pandemia no había papel. Es algo denigrante. La gente no encuentra ni un papel para limpiarse.
También, los de sanitation necesitan el agua caliente — es decir, los boilers. Esos boilers no funcionan correctamente. Ya están obsoletos y la compañía tampoco quiere gastar. Entonces ellos lavan con agua fría y solo le echan más químicos.
Además, en la compañía se trabaja con un sistema de ammonia, que procesa este gas comprimido para cambiar la temperatura de ese building. Escuché a las personas que vinieron a hacer una inspección y se horrorizaron. Cuando se acercaron al sitio donde están las conexiones, ellos se asustaron y dijeron “en esto ya no cabe un parche más”. La conexión tenia fuga y la compañía no quería arreglarlo correctamente porque es costosísimo hacerlo todo nuevo. Cada día la situación se hace más grave.
En el building, hay algunas paredes divisorias — entre shipping y producción, por ejemplo, y entre la parte mojada de la producción y la parte seca — pero en realidad el building es un solo espacio. Y se mueve el aire por unos ventiladores que están en el techo — alrededor de 30 en total. Entonces, si alguien estornuda, el movimiento del aire puede traer esos gérmenes a todas partes del building, distribuyendo el virus de esa manera.
Las condiciones que existen aquí, para los de la compañía, son normales. Eso es lo que a mí me asusta. Y se va a poner peor. Es algo muy peligroso lo que está pasando en Cargill.
¿Como respondió la compañía al coronavirus?
La compañía ocultó la información acerca del coronavirus. Tal es así que un manager nos prohibía usar las máscaras porque decía que estábamos causando pánico a los demás.
Cuando esto empezó, yo no sabía nada. El 14 de marzo fue el primer caso de Pensilvania positivo. Los días siguientes hubo mucha confusión, las personas comenzaron a faltar porque tenían una “gripe” fuerte y fiebre. El personal de Recursos Humanos, al enterarse, tomaron sus laptops y se fueron para sus casas. Pero la compañía no hizo nada. Todo lo contrario, obligó a los de producción a trabajar los 7 días corridos como que no pasara nada. Yo veía a los trabajadores con síntomas de una fuerte gripe y fiebre pero ellos siguieron trabajando por no recibir más puntos de asistencia en contra según los acuerdos tomados entre la compañía y la unión.
Había dos trabajadores nuevos en el departamento de mecánicos. Como son americanos, ellos les dijeron “hay rumores de trabajadores con covid-19. ¿Que están ustedes [la compañía] haciendo? No sabemos nada.” Entonces, ese jueves, el 19, los de la compañía dijeron “Por si acaso alguien tenga alguna pregunta sobre rumores de que alguien tiene el virus, les decimos que es completamente falso. El hospital nos anunció que no había ninguna persona contaminada acá.”
Entonces yo me digo: “Wow. Los hospitales no tenían los resultados después de 10 días porque esos exámenes los enviaban fuera del Estado según el gobernador, pero Cargill ya sabía”. Ya entonces saqué la conclusión que la compañía está mintiendo para obligarnos a seguir trabajando. El día 23, el lunes, la compañía se pone de acuerdo con la unión: para decirle a todos los trabajadores que sigan trabajando, les aumentaron dos dólares la hora. Ahí mismo saqué la conclusión que ya sabían lo que estaba pasando y no decían nada.
El 24 de marzo, martes, ese día confirmaron el primer caso [en la planta]: había sido una señora en shipping. El jueves, un compañero mío vino con fiebre. El siguiente día, dos compañeros más también estaban enfermos. El departamento de enfermería tomó la medida a comenzar a chequear la temperatura a las personas — tanto fue así que todas las enfermeras se enfermaron. Las enfermeras mandaron prácticamente todos para la casa, entonces ahí no había tantos trabajadores.
Dos supervisores caen enfermos y salían positivos. Ya el 29 y el 30 había muy poca gente en producción, y casi nadie en el segundo turno. De las 20 líneas, sólo habían cuatro corriendo en el primer turno y dos en el segundo.
En ese momento, el 7 de abril, la compañía decide cerrar. Nos dieron la gran noticia: “Nosotros — Cargill — cerramos”. Mentira. Todavía obligaron a los de mantenimiento a trabajar. Y la compañía no nos proporcionó máscaras, hasta después del 13 de Abril, solo daban los guantes que siempre usamos.
¿Por qué crees que ellos decidieron hacer ese anuncio y “cerrar” la planta?
Acá hay un pueblo hispano, y casi el 90 por ciento de la población hispana son dominicanos. Entonces hay una organizacion llamada Casa Dominicana. El presidente de la Casa Dominicana había estado recibiendo muchas quejas, no solo sobre Cargill, sino sobre diferentes compañías. El se estaba movilizando porque Cargill, Amazon y American Eagle son las tres empresas que ocupan mucha mano de obra.
También había trabajadores que hablan inglés que estaban llamando a diferentes entidades, tanto del Departamento de Agricultura, a los representantes legislativas, al gobernador, al Departamento de Trabajo y comercio, a OSHA. Ellos lograron, pues, convencer a Cargill para que cerrará. Sin embargo, como te digo, no está cerrado de verdad: porque mantenimiento continuo trabajando y la unión no se pronunció.
¿Cómo podríamos resolver esta situación en Hazleton?
Yo admiro a este país porque tiene muchos protocolos para todo. (Si no trabaja “a,” trabaja b, si no “b”, trabaja “c”.) Eso es lo que admiro de este país. En este momento, ¿todos vamos a matar a nuestros niños, ancianos, a nuestro población, por no hacer nada? No lo puedo creer. No puede ser posible.
No estoy de acuerdo en cerrar las plantas o compañias a la ligera, pero en este caso deberían cerrar esta planta por completo, fumigar y empezar de nuevo con trabajadores sanos, no con enfermos. Poco a poco, vamos a llegar al 100 por ciento de producción. Lo que yo deseo ahora es que se hagan las cosas correctas. Y con personas que lideran esta empresa en tener más humanidad y respeto a sus trabajadores.
